Lavender Tea Room - Montevideo

Qué lindo lugar, che. Nosotros vamos seguido a tomar el té, re lindo y distinto a otros lugares. Está rodeado de un montón de plantas que podés comprar también.

Un lugarcito re contra lindo, siempre de diez, con un servicio impecable y todas las delicias, bien variadas y fresquitas.

100000 de 10. ¡Increíble todo lo que probé! Lo recomiendo al 100%

Qué lindo lugar, la comida re rica y servida a las mil maravillas. El servicio impecable, ¡un lujo total!

Lavender brinda una experiencia encantadora que fusiona lo mejor de dos mundos: el placer de disfrutar de una rica merienda y la tranquilidad de pasear por un hermoso vivero. Hace poco tuve la oportunidad de conocerlo y quede encantada. La merienda que sirven es realmente deliciosa, con una variedad de bocaditos y tortas que satisfacen todos los gustos. Además, la atmósfera tranquila y relajante del vivero le agrega un toque especial a la experiencia, permitiéndome disfrutar de mi merienda en medio de la naturaleza. Sin dudas, es un lugar que recomendaría a cualquier persona que busque una experiencia única y agradable.

Qué lugar espectacular para tomar el té y hacer un break en la rutina, y por qué no, comprar una planta y respirar aire fresco, rodeado de naturaleza en el centro de la ciudad. El trato es divino y la comida riquísima, ¡tienen que ir! ❣️

¡Qué cosa más rica todo y el lugarcito es una maravilla! El servicio es de primera, re buena onda y súper atentos. Fuimos por el cumpleaños número 93 de mi abuela y le regalaron una plantita hermosa y le llevaron una tortita con velita. El precio es un poco caro pero lo vale, los scones y la cheesecake están para chuparse los dedos.

¡Qué lindo lugar, che! Todo de diez, la atención y la comida de primera.

Es un lugar especial porque está ubicado en un vivero. Disfrutar de una merienda mientras se observa una gran variedad de plantas, la atención recibida (de diez) y todos los aperitivos frescos, te hacen querer volver una y otra vez.

Qué lindo lugar, una amiga y yo fuimos a merendar y nos pedimos el té para compartir, vino re abundante y todo re casero, la atención fue de diez también. Hay que reservar para ir, pero encontramos lugar. Al principio teníamos la mesa adentro, pero pudimos cambiar para afuera y valió la pena. Tienen un vivero divino. En resumen, lo súper recomiendo.