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La atención fue bien mala, che. Ya te andan diciendo los precios antes de servirte, las mesas llenas de arena y los vasos de plástico. Encima éramos un grupito grande de 30 personas que por el mal tiempo no pudimos comer en la Isla Gorriti y tuvimos que pedir un menú en este lugar. ¡Una decepción total!
NO VAYAN! La atención de las meseras de la playa es una verga, te meten el peso, te ignoran, no te traen las cosas y encima te buscan intimidar para la propina (por lo que vi con la otra gente porque a mí pah... ni me atendieron). Para un lugar con "ese nivel", mejor ni te hagas mala sangre.
La comida está bárbara, hay diversidad para todos los gustos: desde las ensaladas más livianas o platos como salmón ahumado al cedro, hasta las mega hamburguesas o pollo frito, con un menú para los peques con varias opciones y una carta de bebidas bien surtida.
El parador ta' joya, todo arreglado, buena atención y tiene lugares en la playa con camastros y sombrillas. ¡Una maravilla!
