El Rancho de Young - Young

La selección de platos en el restaurante es bastante limitada, ya que no tenían opciones como matambre, vacío o tripa rellena en la parrilla. Sin embargo, las ensaladas estaban deliciosas. En cuanto a las milanesas, solo ofrecen de carne. Había también opciones como berenjena y zapallitos para servirse, pero la disponibilidad era limitada. Aunque pensé que tal vez era tarde, ya que no eran ni siquiera las 2, el restaurante suele estar abierto hasta las 3. En general, considero que el precio es elevado en relación al servicio ofrecido.

Un lugar perfecto para los amantes de la buena comida. Aquí encontrarás platos exquisitos preparados por expertos en la cocina, con una carne cocida a la perfección y unas papas fritas crujientes. Los aliños son deliciosos y el servicio es impecable. ¡Si estás de viaje, este restaurante es parada obligatoria!

La comida es deliciosa, aunque la variedad es limitada. Los postres son exquisitos, sin duda un punto fuerte. Por otro lado, sería importante mejorar la limpieza de los baños. ¡Una experiencia gastronómica que puede mejorar aún más con algunos ajustes!

Hace poco fui a un restaurante con mi suegra, una encantadora mujer de 82 años, en un día soleado con una temperatura de 30 grados. Al llegar, mi suegra llevaba puesto un top y unas calzas, pero la dueña del local le indicó que no podía entrar por su vestimenta. Sin problemas, mi suegra volvió al auto y se puso una blusa más adecuada antes de volver a intentarlo.

La experiencia gastronómica fue excelente. Disfrutamos de un asado delicioso, ensaladas frescas y postres exquisitos. Sin embargo, lamentablemente el servicio dejó mucho que desear, ya que la camarera que nos atendió parecía poco dispuesta y esto se refleja en las opiniones de otros comensales.

Una de las peores experiencias culinarias que he vivido.

El restaurante es encantador y la comida deliciosa, sin embargo, los precios son bastante altos. Por ejemplo, un refresco de 600ml cuesta $150.

Después de recibir recomendaciones de amigos, decidimos hacer una parada en El Rancho de Young para almorzar a las dos de la tarde. Nuestra experiencia comenzó con una entrada de chinchulines carbonizados y chorizo insulso que no cumplió nuestras expectativas. Sin embargo, el plato principal de matambre con ensalada rusa resultó delicioso, al igual que los sabrosos entrecots y pamplonas que seguimos disfrutando. Para finalizar, nos sorprendieron gratamente con unos postres muy ricos que dejaron un buen sabor de boca.

En un restaurante destacado por su parrilla, sería de esperar que la calidad de la carne a la parrilla sea excepcional. Lamentablemente, en este establecimiento en particular, la experiencia no estuvo a la altura de las expectativas. La tira de asado servida estaba tan carbonizada que parecía más bien carbón en llamas.

Además, durante una visita en un día lluvioso, fue evidente la presencia de múltiples goteras en el local, lo cual afectó considerablemente la comodidad de los comensales. El servicio también dejó mucho que desear, ya que la atención fue lenta y poco eficiente. La espera por la bebida y la panera fue tan prolongada que prácticamente se podría haber usado una gotera como portavasos mientras se aguardaba.

Por si fuera poco, la bebida ofrecida como "jugo natural" resultó ser más una mezcla concentrada y aguada que no cumplía con las expectativas de frescura y sabor deseado. En resumen, esta experiencia no cumplió con las expectativas de un restaurante parrillero destacado y dejó mucho que desear en términos de calidad y servicio.

Es el lugar perfecto para detenerse, disfrutar de una deliciosa comida y recargar energías antes de continuar con tu camino.