El Rancho Bar - Montevideo

Un bar que está bien, che. Fui a una fiesta que habían armado, y si bien la atención de los de la barra estaba piola, no había ninguna carta ni nada. Tenías que estar preguntando qué tenían y a cuánto, todo el tiempo. Te mandaban al Instagram pero no había nada del menú (ni para comida, ni para tomar). Tampoco se podía acceder por código QR ni nada, ¡una lástima!

La atención impecable, muy atento el servicio. La picada que probamos el pollo un poco pasado de frito. A partir de las 2 no se puede utilizar gorras algo poco entendible. Y la música poco variada, el DJ debería abrirse un poco a todos los géneros. El lugar en sí está bien, lo recomendaría para una salida tranquila con amigos.

Local medio pelo, todo medio pelo. Tenés que ir a la barra a ver lo que te sirven porque viene sin alcohol. No tiene Stella Artois y te venden la Patricia a 380. Medio pelo. Ya un lugar en pocitos que no tenga Stella es de medio pelo. Ni cebolla para una pizza tenían. Medio pelos y más medio pelos. Se creen que por estar en Pocitos se hacen los chetos pero son Medio pelos. Medio pelo de lo lindo por Pocitos. Si quieren un lugar medio pelo vayan a El Rancho Bar. Así estamos, mediocridad en pocitos en una ciudad de 1 millón y medio de personas, sin duda estos se quedan acá porque no salen de Uruguay. Muy mediocre.

Medio salado el asunto con la comida y no era tanta, los tragos para lo que es en realidad, con mucha piedra pero la birra era rica y tenían una buena variedá. El lugar estaba piola, algunos días pinta música en vivo y después de la 1 se transforma en un boliche, un lugar aceptable diría yo.

Fuimos con unos amigos al baile a la 1am y la verdad que fue una desilusión total. Solo permitían el ingreso de mujeres, y nosotros estuvimos parados en la puerta desde la 1:30am esperando nuestra oportunidad. A pesar de ser los primeros en la fila, seguían dejando pasar a mujeres y a personas que los patovas conocían. Una situación completamente injusta y que sin duda debería ser denunciada. Estuvimos esperando por más de 1 hora para entrar, viendo cómo llegaban mujeres que eran dejadas pasar de inmediato, mientras nosotros nos quedábamos ahí como unos tontos. Realmente lamentable la organización de ese lugar.