La Pasiva - Montevideo

Dejame una estrella porque no hay opción de poner 0. Un desastre total, desde la limpieza hasta la atención y la comida... llegamos y todas las mesas estaban sucias, nos paramos esperando a que notaran que estábamos ahí porque íbamos a consumir, las mesas nos miraban y se peleaban por NO ATENDERNOS, nos ignoraban y miraban para otro lado. A las cansadas me senté en una mesa súper sucia y vinieron, pobres, la limpiaron, terminé limpiando yo con servilletas. En ese momento ya nos tendríamos que haber ido, pero bueno, pensamos que eran pocos los mozos. Pero NO, no tenían ganas. Pedimos la comida, pasta y suprema rellena con puré de zapallo y salsa de espinaca. La comida llegó sin pan, si no dan pan por lo menos avisen ¿no? Pedí pasta y el otro plato traía salsa. Le consulto al camarero y me dice que no te dan pan, que lo cobran $65 ¡y le dije y bueno, ahora ya tengo la comida! Demoraron el pan, cuando finalmente vino, ya había terminado de comer. ¡Qué desastre!

Un desastre, la carne cruda en el pastel y los palmitos pasados en la ensalada, además el pollo condimentado para parrilla debajo, ¡que no corresponde en una ensalada! Dos horas esperando a que algún camarero nos eche una mirada para pedir otra bebida, te morís de sed porque no están muy atentos a las mesas. Solíamos ir y se disfrutaba, no sé por qué han bajado tanto la calidad de la comida y del servicio.

Muy buena atención, en esta oportunidad fuimos y compramos un té para dos. El precio fue de 590 pesos uruguayos. También incluyó una porción de torta que no aparece en la foto. Jugos de naranja, capuchino, sándwiches calientes, tostadas con mermelada y manteca, scones, brownies...

Pagamos un montón por unos capuchinos y sandwich calientes, ¡y resulta que todo vino frío! El sándwich fue lo peor que he probado, nunca más vuelvo a este lugar. La atención y la comida, ¡un desastre total!

La atención fue pésima, fuimos a reclamar la pizza porque estaba fría, vieja, dura y ácida. Y nos respondieron de manera muy desagradable, diciendo que su pizza siempre es así. Tuvimos que intentar romper un pedazo en frente de ellos para que se dieran cuenta de lo dura e incomible que estaba. No vamos a volver nunca más, el trato y la comida fueron espantosos.

Muy buena la atención, se están respetando los protocolos de salud. El servicio es rápido pero los precios son un poco más altos que en otros lugares y a veces no tienen todas las opciones del menú disponibles.

Casi me muero de un ataque al hígado por comer sorrentinos con salsa carusso. No vuelvo a pisar ningún local, menos este. Viendo las opiniones, el 80% de las mismas son malas, de productos en mal estado con hongos crudos. Hablé con empleados después que salí del hospital y confesaron que hacen lo que el encargado manda, que hay comidas que no respetan la cadena de frío, que los licuados, las frutas están en mal estado y se congelan. Deberían mandar una inspección ya, multar y clausurar.

De los mejore' chivito' de Uruguay, ¡qué barbaridad!

La cocina es re lenta, ¡hasta para sacar un chivito y unos panchos demoran más de 30 minutos!

La atención en este lugar fue bastante rápida porque prácticamente no había nadie. El servicio dejó mucho que desear por la falta de higiene en la forma en que nos sirvieron la comida. Pedí un revuelto Gramajo: la cebolla estaba cortada en trozos muy grandes y crudos, y en otros en pedacitos muy chiquitos y quemados, parte del huevo no estaba cocido y se notaba que lo prepararon en una plancha sucia. Sería mejor que le pusieran más empeño a la calidad de los productos y a la presentación final de los platos.