La Pasiva - Montevideo

La semana pasada, por mi cumpleaños, fuimos por primera vez a LA PASIVA EXPRESS. ¡Qué servicio espectacular, la comida riquísima! Destaco especialmente un plato que me sorprendió porque estaba muy bien servido. ¡Una experiencia para repetir sin duda!

Por lo general, vamos un grupo grande de más de 10 y siempre nos han atendido muy bien, la verdad que las pocas chicas hacen maravillas en un salón tan grande. La comida es rica y abundante, por lo menos para nosotras que comemos poco. Los postres están bien, a veces se mandan alguna creación no muy feliz. Pero en el barrio no hay otro lugar cercano al que puedas ir. Me encanta merendar con huevo revuelto con panceta y poca harina. ¡Una delicia!

"Vaca por cordero". ¡Una elección interesante para un buen asado en el restaurante de comida rápida!

Pasamos muy bien en familia. Precios accesibles y la atención de la moza fue excelente. Lo único que cambiaría sería el diseño del salón. Todas las sillas y mesas blancas dan más la sensación de estar en un hospital que en un restaurante.

La piba que nos atendió fue un amor, el lugar re lindo. Pedimos una merienda para dos. En la carta decía que venía con una bebida caliente a elección, pero cuando pedimos un submarino nos cobraron extra, ¡y encima estaba frío! Los muffins eran chiquititos, mini mini. Y las porciones de brownie parecían hechas en la cocina de mi sobrina. El sándwich era tamaño juego de té de mi sobrina. Los scons estaban más secos que el desierto, no pude ni probarlos. Y para colmo, si querías llevarte lo que sobró te cobraban extra por el envase. No vuelvo más y no lo recomiendo ni a palos.

Comida medio pelo y cara, no hay pierde, el ambiente no es agradable, los baños están sucios y rotos, considerando que es un local bastante nuevo. ¡Una lástima!

¡Qué mal momento che! La verdad que tuvimos una experiencia re picante en este local de comidas rápidas. Fuimos en familia con los chiquilines y pedimos varias cosas, pero la atención fue pésima. Pedimos un postre que vino incompleto, el chico nos decía que así venía pero en la carta decía otra cosa. Además, pedimos un jugo de frutas que resultó ser puro de naranja y encima ¡nos lo trajeron de otra mesa! Como si fuera poco, el postre que sí estaba bien, estaba re mal presentado ¡imposible de comer! Después, vino una chica bajita a cobrarnos y al reclamarle por el postre, se disculpó de mala gana defendiendo al compañero y hasta se quejó de la propina. ¡Una falta de respeto total! Tiró la cuenta en la mesa frente a los niños con una actitud super agresiva y desubicada. ¡La verdad que nunca viví una experiencia tan fea en un lugar así! ¡Para no volver nunca más!