Mostrando del 1 hasta el 10 de 10 comentario(s) recibido(s).
Qué buena atención, la paella del chef Luis Acosta está de diez, para chuparse los dedos. Nos tocó un lindo día de sol perfecto para disfrutar con un vinito y la vista al río.
La atención deja bastante que desear, se demoraron un montón en tomarnos el pedido. Tuve que ir a avisarles que estábamos esperando. Además, ni siquiera nos trajeron vasos, tuve que pedirlos yo mismo. En la carta no aclara que cobran por los cubiertos. La comida llegó a tiempo. Las hamburguesas son congeladas y las papas también lo están. En pocas palabras: muy caro para la calidad que brindan.
Mala onda con la atención al cliente. Ni nos avisaron que no aceptaban tarjeta a pesar de estar en una zona re piola, llena de turistas. Cuando nos trajeron la cuenta, ¡estaba re pifiada por casi $800 pesos! Además, querían cobrarnos un 10% de servicio obligatorio, cuando todos sabemos que la propina es a elección de cada uno. Los platos están buenos, pero son un toque caros.
¡Un pollo que no estaba bien cocido, ¡qué barbaridad! Crudo por dentro, una verdadera lástima. Y el vino, de mala calidad y a $550, ¡un robo! La picada de quesos y fiambres tampoco se salva, malos para lo que costaban, más de $900, ¡increíble! Y para colmo, al llegar nos ofrecieron unos quesos en la puerta que eran buenísimos. Por suerte, el plato de asado estaba bien de volumen. Pero la demora, ¡uf! Nos tuvieron esperando un buen rato. Al menos al llegar nos ofrecieron un 15% de descuento, pero al momento de pagar resulta que era solo para pago al contado. Se lo hicimos saber y aceptaron su error. ¡Una experiencia para olvidar!
Si hablamos del lugar, le pondría una estrella más, pero la relación precio calidad deja que desear. Capaz para un turista europeo no resulte tan caro, pero para nosotros los uruguayos me parece que se van al pasto con los precios, y considerando que la comida no es la gran cosa. Otra cosa que no me copó fue que te obligan a dejar una propina del 20%!!! Aunque cuando te traen la cuenta te dicen "si no estás de acuerdo, lo cambiamos". Deberían preguntarte antes de imponerla. Si eligen las mesas de afuera, lo más común, tengan cuidado con las cotorras, que les pueden ensuciar la mesa o hasta arruinarles el plato.
Realmente un desastre che... el precio re caro para lo que comimos, una entrada de rabas que nos dijeron que eran abundantes y era una mini cazuela, ¡una joda! Y como nos dijeron eso pedimos un plato para compartir que era "lomo Premium", pero estaba mal cocido y super chico. Un insulto al argentino que entiende de carnes, ¿viste? La moza ni idea tenía de los platos. Así que terminamos comiendo poquito, mal hecho y encima re caro. Te tiro la cuenta porque me parece un disparate para solo 1 entrada, 3 bebidas y un plato... No puedo poner menos estrellas porque no me dejan, pero si pudiera, ¡le daría menos que cero!
¡Un desastre total! La peor experiencia en esa hermosa ciudad. ¡No nos sirvieron lo que pedimos! La cuenta fue mucho más alta de lo que decía la carta porque cobran un cubierto excesivo que no está en ningún lado. Al pagar, nos dijeron que no aceptaban tarjetas de crédito porque se les rompió el pos. Pedimos pagar con pesos argentinos (algo común en Colonia) y el cambio era exagerado. Cenamos poco, mal y encima nos salió más del doble de lo que pagamos en otros lugares mucho mejores. Lamentablemente, el único lugar donde nos fuimos disconformes. Hay lugares muy buenos. No volvería.
Volví después de dos años esperando pasar una cena tan agradable como la que tuve la última vez. Lamentablemente quedé muy decepcionada, así que no lo recomendaría. ¡Una lástima!
Sinceramente no lo recomiendo, gastamos 2250 uruguayos y por ese precio capaz pensarías que comimos de diez, pero la verdad es que no. Pedimos unas rabas de entrada y la moza nos dijo que eran abundantes, así que nos recomendó que solo pidiéramos un plato principal. Optamos por un lomo acompañado con papas. Las rabas no resultaron tan abundantes como prometían. La carne tuvimos que pedir que la cocinaran más y la porción fue bastante pequeña. Al principio queríamos comer afuera, pero a diferencia de otros restaurantes, este no tenía nada para protegernos del viento o estufas exteriores. Incluso con el descuento por pagar con débito para extranjeros, fue demasiado caro para lo que recibimos. No se lo recomendaría a nadie.
Excelente atención, amplio lugar, los alimentos son frescos, ricos y abundantes, ¡un golazo! El pan casero que te sirven mientras preparan los platos, ¡una delicia! Podés untarlo con manteca, ¡una tentación! Los platos son enormes, en tamaño y cantidad, lo cual se traduce en un precio re barato por plato. Los baños, bueno, podrían mejorar un poco, pero los ambientes para los comensales son re cálidos, con piedra a la vista y cuadros grandes. La música ambiente, toda folklórica, le da un aire re cálido al lugar. Los ventanales, con rejas, le dan un toque colonial que te hace viajar en el tiempo. Aceptan Visa, ¡pero no las otras tarjetas, eh!