La Pulpería - Casablanca

El lugarcito no es lo que uno espera, che. Una casona antigua hermosa, bien ambientada y ubicada, que te deslumbra al entrar, pero después la experiencia se empaña por la falta de calidad en el servicio, loco. Teníamos reserva y aún así la comida tardó una hora en llegar después de pedirla de una carta bastante reducida pero decente. Uno de los platos traía solo 4 sorrentinos. La carne no estaba como la pedimos y cuando hicimos el reclamo, la camarera nos dijo "yo le traje lo que usted me pidió" y después de mala gana agregó "si quiere, le cambio". En general, las porciones son chiquitas, al igual que los postres. Aunque los platos no son tan caros comparados con otros lugares, sí lo es la bebida, ¿me entendés?

Explorar este local fue una experiencia intrigante. Desde que entré, la atmósfera me envolvió con su encanto y calidez, creando un ambiente acogedor que invitaba a quedarse. El personal ofreció un servicio atento y cordial, añadiendo un toque especial a la velada.

Ambiente caluroso y amigable. La atención es de diez, posta.

¡Qué espectáculo todo, che! El mejor lugar para disfrutar de manjares desde que ponés un pie adentro, directo de la planta al plato. Se cuida cada detalle, digno de su creador. Una auténtica delicia. Y excelente el factor humano, eh.

Almorzamos re bien y en un lugar divino.

Qué linda comida, variada y con un montón. La atención de diez, impecable. El ambiente está genial. El precio del almuerzo es fijo por persona e incluye entradas, plato principal, postre, café/té.

El lugar es espectacular. La ambientación, la música y la atención son magníficas, y los platos exquisitos. Cartas de vino para todos los gustos y paladares. Vamos a volver seguro.

Delicioso. Atención impecable. Solo palabras de agradecimiento por el buen trato de todos los que laburan ahí.

Qué lugar genial, che. Tienen sus propios cultivos de vegetales que usan pa' hacer su menú, una maravilla.

Mi experiencia fue medio pelo. El lugar se destaca por su ambiente re piola y la calidez del personal. La atención de los mozos estuvo de diez, mostrando profesionalismo y buena onda desde el principio.