Lo de Ruben - Maldonado

Descubrí este lugar por un almuerzo laboral.

Pésima experiencia, che. Éramos 4 personas. La carta de la parrilla era re pobre y no tenían todo lo que decía el menú. Una carne tuvimos que devolverla porque estaba re quemada. La milanesa estaba para el olvido. Los otros dos platos safaron.

Comimos unos fideos caseros, ricos y generosos, pero podrían haberle puesto más dedicación a la salsa. El servicio fue bastante bueno, aunque un poco lento al principio, siendo que éramos solo dos mesas y había personal de sobra. El ambiente muy bonito, la música un poco floja, y el baño desordenado. Los precios estaban bien.

Sin dudas, 45 años de experiencia hacen la pata ancha, la calidad de la carne una manteca, en mi caso, yo no lo cambio por ninguna otra parrillada.

Qué tal la comida y la atención, che. Fuimos 11 personas pa' celebrar un casorio. Desde las entradas (chorizo especial, molleja, provoleta con orégano, pan casero y salidito del horno) hasta el postre (flan casero) todo sabroso. La carne, de primera calidad. Se nota que tienen nivel. Buen vino, con personalidades y texturas distintas. Volvería de una, sin dudas.

Muy buena calidad de la carne, che. Está bien preparada y presentada, las porciones son generosas. Los mozos son muy atentos y la recomendación es re piola y honesta.

El lugarcito es re contra acogedor, la comida una delicia y la experiencia en verdad espectacular.

Es un lugar increíble en Maldonado, la comida es exquisita, la relación calidad-precio es imbatible. ¡El pan casero hecho por el dueño es una delicia! La atención es espectacular, la calidez tanto de Marcelo, el mozo, como de Ruben, el dueño, te hacen sentir como en tu casa.

Una tremenda experiencia, les recomiendo visitar este lugar. En primer lugar quiero destacar la atención que brindan, que es excelente. La comida es riquísima. Atienden rápido. El local está impecable, limpio, tranquilo, muy bien ambientado y decorado. Los precios son más que accesibles. Sin dudas volvería a cenar ahí.

¡Qué tal, che! Excelente el servicio, unas carnes asadas con leña de primera. Fuimos con las expectativas bien arriba porque nos dijeron que el asado era uruguayo, recomendado por una uruguaya que conocimos en la playa. Nosotros, como buenos argentinos, aceptamos el desafío. La entraña estuvo muy buena, pero sigo prefiriendo el asado argentino. ¡El lugar es divino! Y el servicio es tan bueno que te deja sin palabras, de verdad.