Bar Hispano - Montevideo

Es un lugar re lindo para compartir con amigos o familiares. Tienen una variedad de comidas para todos los gustos. Si bien estaba bastante lleno, la clientela era copada. Los baños no estaban tan limpios como uno desearía, pero estaban bien. La comida está buena y la atención es piola también.

El bar Hispano te brinda una experiencia única en Montevideo: regresar a los años 70, ¡un viaje en el tiempo increíble!

Siempre la señora hace pedidos de comida a ellos, la señora tiene 75 años y vive en el piso 12. La señora quería que le llevaran su domicilio, pero bajó sin dinero. Cuando llegó a la portería, el muchacho le dijo que había estado esperando hacía 30 minutos. La verdad es que no llamaron porque el teléfono no sonó. El muchacho no quiso esperar a que yo bajara a darle el dinero. Cuando finalmente llegué con el dinero, faltaban 100 pesos. Le dije "espera, yo te los traigo" y no quiso esperar, se fue. Llamamos para que lo trajeran de nuevo, ¿qué pasó? Nos contestaron enojados diciendo que por qué les hicimos preparar algo si no íbamos a pagarlo. Intenté llamar para explicar, pero me colgó. Luego la señora llamó y le dijeron que era grosera, ¿por qué no fueron más tolerantes con la señora? Por favor.

Es un bar/restaurante re contra popular y con una atención de primera por parte del personal.

Te recomiendo la experiencia religiosa y única de pedir preparaciones y que la moza no pare de traer platitos y más platitos a la mesa, ¡una verdadera fiesta para el paladar! Fui por la novedad, pero me sorprendí gratamente con los sabores, ¡me encantaron todos los platitos y además alcanzó como cena cuando yo pensaba que sería solo una entrada! Un golazo. La atención es súper amable y el ambiente de bar clásico es divino. Tienen buen aire acondicionado, algo crucial para estas olas de calor.

Nos mandamos un picoteo con los 29 bocaditos...una costumbre de ley...aunque hacía rato que no iba, lo vimos joya, re bien mantenido y con una atención de diez...un punto de encuentro de nuestro amado Montevideo.

Cerveza bien fría, en vasos bien fríos.

En la esquina de Río Negro y San José, en pleno corazón de Montevideo, se yergue un clásico de la ciudad con su copa en mano y sus deliciosos platos. Siempre termino volviendo. Este bar, que ha sido testigo de encuentros memorables a lo largo del tiempo, sigue manteniendo su esencia con orgullo.

Un desastre la atención, che. Fuimos con los pibes y nos sentamos afuera, pero no nos dieron ni bola. Venían llegando otros y los atendían enseguida. La gente que llegó después de nosotros ya estaba comiendo, mientras a nosotros ni nos habían dado la carta. Le preguntábamos al mozo y nos decía que esa mesa era de otro mozo y que nuestro mozo venía enseguida. Después de 30 minutos nos fuimos malhumorados. ¡Qué mal trago, boludo!

Un lugarcito con historia, bien simple pero cómodo y con una atención de diez. La picada o entrada está para chuparse los dedos, y la comida 👏👏 recomendadísima si estás por la zona y tenés ganas de desayunar, almorzar o cenar. ¡No te lo podés perder!