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Qué lindo lugar, che. Me mandé dos veces a merendar allí. El viernes me toqué con un capuchino medio pelo, ni te cuento. Después fuimos tres amigas y cada cosa que pedíamos tardaba media hora mínimo. Nos traen las tazas sin platitos, papá. Todo teníamos que insistir dos o tres veces. El café se nos apareció recién media hora después de las otras infusiones. Tuvimos que pedir los jugos y los alfajores que supuestamente venían con la merienda porque decían que no, qué joda. A la hora de tomar el tecito, las únicas opciones eran té común, boldo y tilo. Nos vimos obligadas a pedir que prendieran la luz. El submarino estaba tibio... Una lástima porque el lugar en sí está piola. Ojalá que mejoren, loco.
¡Qué buena propuesta en la ciudad de Mercedes, che!
¡Qué lugar increíble, che! La comida re fresca y preparada al toque.
¡Qué tal la comida, che! Está re buena, de diez.
Hermoso lugar atendido por sus dueños que son re buena onda, la comida llega rápido y está riquísima, desde el pan con humus mientras se espera hasta el postre pasando por los tragos y plato principal... todo exquisito !! Lo súper recomiendo !!
El matambre a la Leche parecía hervido y no al horno y los rotolos tenían mucha nuez moscada. Las porciones era abundantes. Algunos platos tenían cascaduras.
Un lugarcito bien cómodo y con un servicio aceptable, pero los precios de los platos son un poco altos para lo que te sirven. La calidad está bien, pero tampoco es la gran cosa, ¿viste?
Visitamos este lugar a la hora del almuerzo, mi primera impresión fue re piola, un lugar espacioso, limpio y lindo. Se destaca la buena atención y la variedad en el menú, incluyendo opciones para los vegetarianos.
Bárbaro restaurante y parrilla, alto ambiente y atención de diez.
El restorán está en frente de la plaza principal, forma parte del hotel. Tiene una carta variada. Escogimos los arrolladitos primavera (10 por $290, una ganga) y la pizza familiar con aceitunas (los gustos se cobran aparte).
