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Si estás buscando un lugar para cenar fuera del centro, te recomiendo este restaurante. Ofrecen un menú variado y delicioso en un ambiente acogedor con una excelente atención. Se destaca por utilizar ingredientes frescos y locales, creando platos de alta calidad. Además, el ambiente tranquilo y la música a un volumen bajo lo convierten en el lugar perfecto para relajarse. ¡Definitivamente recomendado!
El ambiente del restaurante es acogedor y tranquilo, destacando una decoración exquisita que realza la experiencia. Los platos son tanto deliciosos como visualmente atractivos, con una presentación cuidada hasta el último detalle. El personal se destaca por su amabilidad y atención, lo que hace que la visita sea una experiencia aún más placentera. En general, es un lugar altamente recomendable donde se puede disfrutar de una excelente comida a precios accesibles.
Un ambiente acogedor y relajado, muy acogedor y de alta calidad. Fue un verdadero placer descubrir este lugar. Decidimos visitar el restaurante del hotel gracias a la recomendación de Florencia, quien nos brindó un excelente servicio.
He visitado muchos restaurantes en La Paloma y sin duda este es el mejor de todos. Destaco su hermosa ubicación tranquila, su decoración encantadora y un servicio impecable. La comida es deliciosa y a precios muy asequibles. Además, las sillas son muy cómodas e incluso tienen hamacas paraguayas. Todo el establecimiento se mantiene impecablemente limpio, ¡incluso el baño! Recomiendo este restaurante sin dudarlo, es uno de los mejores lugares en los que he estado.
¡Este restaurante es simplemente espectacular! Recomiendo totalmente este lugar, la comida es deliciosa. Fuimos en pareja y probamos los sorrentinos con salsa de camarones y los ñoquis rellenos, una combinación de sabores maravillosa. Nos encantó la selección limitada en el menú, se nota que cada plato está preparado con cuidado y pasión. El ambiente es perfecto para disfrutar en familia, con una playlist de música de fondo que complementa a la perfección una buena conversación, además de una vista al jardín con una piscina increíble. ¡Una experiencia que seguro repetiremos!
El restaurante es simplemente encantador y el servicio es excepcional.
Fuimos a cenar en un acogedor restaurante al lado de la piscina, con una presentación sencilla pero muy cuidada. Optamos por probar los sorrentinos de Sirí y el ceviche, ¡ambos platos estaban deliciosos! El ceviche, acompañado de unos chips de boniato, logró equilibrar perfectamente la acidez del plato, un detalle que nos encantó. El personal era muy amable y el menú ofrecía buenas opciones. Sin embargo, nos quedamos con las ganas de probar la mousse de Arazá, ya que la carta de postres era un poco limitada. La cerveza de litro resultó ser la elección perfecta para una noche cálida, con precios moderados y justos considerando la calidad del servicio. ¡Definitivamente recomendaría este lugar para disfrutar de una agradable velada!
Durante mi estancia en este hotel, he tenido la oportunidad de disfrutar de un delicioso desayuno que viene incluido en la tarifa. La variedad de alimentos es bastante amplia e incluye café, leche entera (aunque no cuentan con opción descremada), yogur, pan blanco e integral, jugo de naranja natural, una sandwichera para preparar bocadillos con jamón, queso y queso de horma, cereales, mermeladas, budín, bizcochos y fruta fresca.
Lamentablemente, no ofrecen alternativas para personas con diabetes o celiaquía, lo cual puede ser considerado una limitación. Sin embargo, cuentan con sillas altas para niños y son pet friendly, lo que representa un punto a favor para aquellos que viajan con sus mascotas.
Además, cabe destacar que el entorno donde se sirve el desayuno es realmente hermoso, lo que añade un atractivo extra a la experiencia gastronómica matutina.
Los ñoquis de boniato son una delicia, especialmente con esa salsa rosa ligeramente dulce y las semillas que le aportan un toque de textura adicional. El postre de arazá tampoco se queda atrás, sobre todo con la granola casera que lo acompaña. Las porciones son generosas y el entorno es simplemente encantador, con un precioso jardín y una ambientación muy acogedora. Además, el servicio es excelente. Sin duda, disfrutamos al máximo de nuestra experiencia y definitivamente tenemos planes de regresar.
La experiencia en el restaurante no fue la mejor. Pedimos milanesa napolitana y nos decepcionó, ya que no cumplía con los estándares tradicionales del plato. Venía con panceta, un ingrediente que no suele formar parte de la receta original. La salsa de tomate no estaba presente como es habitual en una napolitana y la carne no estaba a la altura. El puré tenía un fuerte sabor a cebolla y manteca. Sin embargo, destacamos positivamente el licuado multi fruta, el cual disfrutamos mucho y pedimos dos veces. A pesar de la buena atención y el ambiente agradable, la calidad de la comida deja mucho que desear.