La Bourgogne - Punta Del Este

Una locura lo caro, ¡qué barbaridad! Comés tranqui y cuando te traen la cuenta querés cortarte las venas. No me pareció que la relación precio/calidad estuviera buena. Todos en la mesa dijimos que no volvíamos. Lo más rico fueron los quesos...eso sí estaba muy rico.

¡Es una "experiencia religiosa"! De excelencia total, desde la decoración, el servicio y ambientes hasta la ALTA COCINA de manos del gran chef Jean Paul Bondeau. Los mínimos detalles en la presentación de los platos, sabores y servicio, son brillantes. El nivel de las sensaciones que despierta su comida, y el exacto punto de todos los platos hasta su combinación, hacen de este restaurante el rincón francés más emblemático del país y alrededores. Supera las cinco estrellas Michelin o los cinco tenedores. ¡Impecable nivel de excelencia!👏👏👏👏

Qué lindo lugar, che. Capaz el más caro de Punta del Este, un poco desproporcionado, pero vale la pena. Tiene bocha de "amenities", como los panes, los quesos franceses antes del plato principal, los dulces antes del postre y el brioche para recordar en el desayuno. Todo re piola. Pero hay cosas que no pegan con el nivel top que pretenden tener y los precios que cobran. Adentro las mesas están pegadas y afuera el jardín es bonito pero lo arruina la carpa. En un restorán así no podés estar abajo de una carpa, ¿no te parece? La atención está de diez, ¡lo mejor! ¡Sin duda el postre! El Soufflé de Cointreau, ¡imperdible! Vale la pena pasar por alto todo lo demás para probar esta delicia única, ¡una maravilla!

El lugar es re lindo, tiene un jardín lleno de hortensias y por dentro está todo decorado al estilo clásico francés. Al principio te sirven una variedad de panes con una salsa de salmón muy rica. Después nos traen una entrada, un huevo cocinado de manera especial, bien rico. Después empezaron a traer lo que había pedido, el menú tradicional de 7 pasos, y la verdad que estaba bárbaro y en cantidad, compartí siempre con el resto de la mesa porque ya no podía más. La atención fue espectacular, con muchos mozos atentos. También se acercó el dueño francés a charlar un rato y ver cómo estábamos. Para cerrar, hay que destacar que la calidad y el servicio van de la mano con un precio bastante elevado, como era de esperar.