Estación Paullier - Montevideo

Altamente recomendable, el lugar re lindo y el ambiente re agradable que te invita a quedarte. La atención de diez y la comida espectacular. Los precios re acordes. Seguro que volvemos.

La preparación de los platos deja mucho que desear, con ingredientes cambiados y una cocción que deja mucho que desear. Además, la espera de más de una hora es inaceptable. Pedimos una entrada que nunca llegó. Si nos hubieran dicho desde el principio que no tenían capacidad y que habría tanta demora, nos hubiéramos evitado la incomodidad de ambas partes.

Qué tal la comida, che! Estaba re rica, con pila de sabores uruguayos pero también con toques de Venezuela que le dan un gustito especial. La gente re amable, pero a veces se les va la mano y tardan un poco en servir, por suerte podés charlar tranqui mientras esperás. La decoración del lugar está bárbara, una preciosura. Recomendadísimo, sin duda. Que lo disfruten.

El local está muy prolijo, bien limpio y tiene un buen ambiente para ir a pasarla tranqui. La música de fondo no está mal y tampoco muy fuerte.

El lugarcito, si bien es chico, está re lindo, con buena onda, música joya. La comida estaba riquísima, sabrosa y bien servida. La atención fue de diez, con el detallazo de una panera con hummus, que estaba bárbaro también. Lo único que a mi parecer no cierra es que te cobren por los cubiertos.

¡Bárbara la atención y re buena onda!

Qué lindo lugar, la comida está riquísima y a veces hay música en vivo los findes. Tienen unas propuestas geniales para la tarde.

Recomendadísimo. Probé unos ravioles con salsa y tostada de salmón, todo una delicia. El Campari estaba muy bien preparado. Lo recomiendo. Además, la persona que nos atendió fue muy amable y atenta.

Qué tal, che. Me gustó el lugar, re tranquilo y lindo. Fuimos el sábado al mediodía. La atención fue buena y rápida. Pedimos unas brusquetas de salmón con rúcula y peras, vinieron dos (no decía cuántas venían) y nos cobraron $440, me pareció un poco caro, la verdad. Los ravioles estaban bien, con salsa bolognesa (la moza nos ofreció amablemente cambiarla, porque la opción original era con salsa roja), tenían ese toque casero. Probamos también una especie de canelones de berenjena, rellenos de ricota y espinaca, con salsa roja y queso fundido. La verdad es que no me gustaron, les faltaba sabor, la muzzarella estaba rara. Habíamos preguntado por la lasaña, pero no era lasaña, porque no tenía jamón ni verdura, solo carne picada con salsa y queso. En general, me pareció caro para lo que era. Además, no tienen descuento con ninguna tarjeta, lo cual no suma para volver.

Nunca he visto tan buena atención en ningún local del Uruguay, amabilidad en cada detalle, ambiente cómodo, platos comunes y raros, ¡me regalaron un café de parte de la casa!