Rincón Costero - Montevideo

¡Qué barbaridad! La atención es de primera, los platillos van desde lo más simple hasta lo más sofisticado, todos riquísimos y a precios bien accesibles (por ejemplo, un chivipez con papas fritas sale $240). La vista desde las mesas afuera, con la playa ahí nomás, mirando hacia La Mulata, Punta Gorda y Pocitos al atardecer, es algo espectacular. Son pocos los lugares con esa onda en Montevideo, ¿eh? ¡Una maravilla!

Es un lugar divino y familiar, con una vista imposible de igualar.

¡Qué lindo lugar, che!

El local es re lindo, bien campestre y re piola, pero los mosquitos nos hicieron salir volando. La comida estaba re rica, bien casera. El servicio fue un toque lento porque solo había un pibe para todas las mesas, y se olvidaron de traernos la entrada que habíamos pedido.

Un lugar re piola pa' comer miniaturas, ¡qué delicia! La onda del lugar es bien simple y tiene una vista hermosa a la playa. Yo he ido varias veces y lo que no me copa mucho es que la atención es re lenta, sobre todo si hay mucha gente en el local.

La comida está riquísima, ¡una delicia!

Pedí la peca del día a la plancha y fue una decepción total. El pescado no estaba fresco, llegó frío y parecía que lo habían cocinado hace días, congelado y descongelado antes de servirlo en el plato. Lo único destacable fue la vista increíble que tiene el lugar. No creo que vuelva...

¡Qué barbaridad! La atención es de primera, los platillos van desde lo más simple hasta lo más sofisticado, todos riquísimos y a precios bien accesibles (por ejemplo, un chivipez con papas fritas sale $240). La vista desde las mesas afuera, con la playa ahí nomás, mirando hacia La Mulata, Punta Gorda y Pocitos al atardecer, es algo espectacular. Son pocos los lugares con esa onda en Montevideo, ¿eh? ¡Una maravilla!

La vista es increíble, che! La ubicación es de diez porque las mesas están en la playa, pero qué pena que la experiencia en el local no sea tan buena, eh. Está re descuidado y con poca higiene, la verdad. La comida, tuvimos que pedir dos veces porque el pescado no estaba fresco, y los precios son bastante altos para el servicio que brindan, la verdad.

Es un lugar divino y familiar, con una vista imposible de igualar.

Qué lindo lugar, ¡esa playa es donde Gardel estuvo por última vez en Uruguay! A dos cuadras estaba construyendo la única casa donde quería vivir para siempre. La comida es excelente, pero hubo un pequeño inconveniente con los precios y las cartas, sin mala intención, que sería bueno corregir para evitar malos entendidos.

El local es re lindo, bien campestre y re piola, pero los mosquitos nos hicieron salir volando. La comida estaba re rica, bien casera. El servicio fue un toque lento porque solo había un pibe para todas las mesas, y se olvidaron de traernos la entrada que habíamos pedido.

¡Qué lindo lugar, che!

Qué lindo lugar, ¡esa playa es donde Gardel estuvo por última vez en Uruguay! A dos cuadras estaba construyendo la única casa donde quería vivir para siempre. La comida es excelente, pero hubo un pequeño inconveniente con los precios y las cartas, sin mala intención, que sería bueno corregir para evitar malos entendidos.

La comida está riquísima, ¡una delicia!

Pedí la peca del día a la plancha y fue una decepción total. El pescado no estaba fresco, llegó frío y parecía que lo habían cocinado hace días, congelado y descongelado antes de servirlo en el plato. Lo único destacable fue la vista increíble que tiene el lugar. No creo que vuelva...

Un lugar re piola pa' comer miniaturas, ¡qué delicia! La onda del lugar es bien simple y tiene una vista hermosa a la playa. Yo he ido varias veces y lo que no me copa mucho es que la atención es re lenta, sobre todo si hay mucha gente en el local.

Qué hermoso lugar, che. Es como tener un pedacito de Rocha en la capital, ¿viste? El ambiente bien rústico, bien de restaurante de pescadores, ¡qué lindo todo! Se nota que está cuidado con mucho cariño, y la vista a la playa es espectacular. La relación entre el precio y la comida es tremenda, las miniaturas de pescado están para chuparse los dedos, ¡y las porciones son re grandes! Y lo mejor de todo, más barato que otros lugares en Montevideo que ni tienen paisaje, con un servicio medio pelo y te clavan con los precios. ¡Qué buena onda encontrar lugares así por acá!

La vista es increíble, che! La ubicación es de diez porque las mesas están en la playa, pero qué pena que la experiencia en el local no sea tan buena, eh. Está re descuidado y con poca higiene, la verdad. La comida, tuvimos que pedir dos veces porque el pescado no estaba fresco, y los precios son bastante altos para el servicio que brindan, la verdad.

Qué hermoso lugar, che. Es como tener un pedacito de Rocha en la capital, ¿viste? El ambiente bien rústico, bien de restaurante de pescadores, ¡qué lindo todo! Se nota que está cuidado con mucho cariño, y la vista a la playa es espectacular. La relación entre el precio y la comida es tremenda, las miniaturas de pescado están para chuparse los dedos, ¡y las porciones son re grandes! Y lo mejor de todo, más barato que otros lugares en Montevideo que ni tienen paisaje, con un servicio medio pelo y te clavan con los precios. ¡Qué buena onda encontrar lugares así por acá!