Mostrando del 1 hasta el 10 de 10 comentario(s) recibido(s).
¡Qué atención espectacular y veloz, che!
Estaba en el local con mi nieto de 11 años: él tenía en la mano un cucurucho de cebolla en aros (venían 3) y nos sentamos, pero no nos querían atender. El mozo, un jóven, y la chica a quien llamábamos, ¡no venían! ¡Un empleado, un señor grande que parecía ser el pizzero, o quién sabe quién era, lo llamamos y nada! Estaba con mi nieto porque si estoy sola, me van a escuchar. ¡Me sentí horrible! ¡Nunca más vuelvo a este local! Siempre fui al de 8 de Octubre y Propios. ¡Super mal!
No te sugiero ese lugar. Fui dos veces, la primera vez pedimos una merienda para dos, y todo estaba viejo, seco y duro. En esa oportunidad, la moza que nos atendió fue excelente. La segunda vez, estuve casi 30 minutos esperando que me atendieran en una mesa recién desocupada y no fueron capaces de limpiar la mesa ni de traer la carta. Pasaban cerca y ni se acercaban para tomar el pedido, ni para decirte que había demora, aunque había mesas libres, pero tampoco respetaban el orden de los clientes que llegaban. En cualquier restaurante apenas llegás vienen a atenderte, pero los veías parados sin hacer nada. Me levanté y me fui. Parece que la buena atención depende de la disposición del personal que trabaje ese día. En resumen, NO RECOMIENDO EL MUNDO DE LA PIZZA DE NUEVO CENTRO. Crucé para la pasiva que está dentro de la plaza de comidas y en menos de 5 minutos trajeron la carta. Los mozos excelentes, la comida es abundante y fresca.
Un desastre la verdad. Pedimos una picada parrillera que decía tener de todo incluyendo pulpón... era puro pollo, riñón y chinchulín, dos pedazos de morcilla y chorizo. Había literal dos bocados de carne roja que no sé de qué corte era porque estaba hasta quemado. Lamentable, además todo frío y parecían sobras. El ambiente también dejó mucho que desear, los empleados se hablaban mal entre ellos, me sentí incómoda.
Hace ratito salí del boliche de la pizza en el nuevo centro. Pedimos una mila pizza y nos trajeron unas papas re jugosas y cuando empezamos a comer, la supuesta milanesa era pura chala, una lámina nomás. Nos quejamos y la encargada me dijo que se había fajado bastante con la comida, o sea, no hay reclamo posible. Sin cintura y cero empatía, así estamos. Ojalá tomen alguna medida contra este local porque es un asco todo... Tengo video y fotos que cualquier persona al verlas va a notar lo horrible de la comida que sirven ahí.
Dejó bastante que desear la atención del mozo, che. Pedimos dos fainás, un gramajo para dos y una limonada sin azúcar. Le pedimos bien claro azúcar para mi marido y nunca llegó. El fainá estaba calentito pero re zarpado en aceite. Y con respecto al gramajo para dos, estaba sabroso, ¡pero no llegaron nunca los platos individuales!
Merienda para dos en el nuevito centro. El capuchino bien frío. Los sandwiches calentitos llegaron como veinte minutos después, y eso que el local estaba casi vacío. Pedimos las tortitas para llevar (nos preguntaron dos veces cuál queríamos) y al abrir el paquetito había cualquier cosa menos lo que habíamos pedido.
Compramos un té para dos, bien rico, toda la mercadería muy fresca y sabrosa, ¡es más, la porción de torta no dimos abasto para llevarla porque estábamos llenos! La única sugerencia que le daría un cinco en todo sería que el jugo de naranja en la copa es muy chiquito, pero es jugo natural, después cero problemas.
La verdad que me siento re decepcionado, che!!! Demoraron una hora y media en traerme el pedido, compré un brasero para dos a $2240 y me trajeron la mayor de las carnes crudas, y cuando me trajeron el brasero ¡NO TENÍAN LAS PAPAS, loco! Tuve que esperar media hora más, ¡un desastre total! No vuelvo más, eh. No compren acá, gente, lamentablemente tiré la guita al pedo...
El peor lugar para un té completo. Me acordaba que el del Montevideo shopping era rico y fuimos. ¡Horrible, che! Las medialunas más viejas, todo seco, el café claramente de una calidad ba-jí-si-ma y quemado. El jugo de naranja espantoso. Los muffins quedaron. Los scones saladísimos y quemados. En fin, no volvemos más, ni locos.